Es una pregunta interesante y que nos puede ayudar a reflexionar.
Un viejo mito nos hace pensar que los gatos tienen varias vidas. Unos piensan que tienen "siete" y otros que "nueve", pero la verdad es que tienen tan sólo "una vida", igual que nosotros, los humanos.
Es un hecho que cuando los gatos se caen, la mayoría de las veces aterrizan de pie. Pero esto no pasa porque mueran y resuciten instantáneamente, sino más bien, porque los felinos tienen un esqueleto muy flexible que les permite contorcionarse asombrosamente. Además, los gatos poseen un reflejo innato de orientación llamado "de enderezamiento", lo cual les permite orientarse muy bien respecto de lo que es "arriba y abajo", de modo que saben caer. Estas son dos razones por las cuales el mito de que "los gatos tienen 7 vidas" cobra tanta fuerza.
Pero con nosotros no pasa así.
Sabemos que tenemos tan sólo UNA VIDA. Sí, aunque se nos olvide y a veces no vivamos conscientes de esta realidad, desaprovechando minutos preciosos e irrepetibles de nuestra existencia. Qué bien nos hace pensar con realismo que no somos como los gatos. Si bien es cierto tenemos una sola vida, nosotros cuando nos caemos, nos caemos, jajaja. ¿Recuerdas un porrazo de aquellos? yo creo que sí. Cuánto nos gustaría ser como los gatos para evitar dolores y malestares. Pero no, por una razón Dios permite que nos caigamos y nos tengamos que levantar, es decir, ponernos de pie.
Sabemos que tenemos tan sólo UNA VIDA. Sí, aunque se nos olvide y a veces no vivamos conscientes de esta realidad, desaprovechando minutos preciosos e irrepetibles de nuestra existencia. Qué bien nos hace pensar con realismo que no somos como los gatos. Si bien es cierto tenemos una sola vida, nosotros cuando nos caemos, nos caemos, jajaja. ¿Recuerdas un porrazo de aquellos? yo creo que sí. Cuánto nos gustaría ser como los gatos para evitar dolores y malestares. Pero no, por una razón Dios permite que nos caigamos y nos tengamos que levantar, es decir, ponernos de pie.
En la vida espiritual sucede lo mismo. Cuánto nos gustaría estar siempre bien, libres de todo dolor y no caer. Por alguna razón misteriosa, Dios permite que caigamos para ponernos de pie. Los gatos caen siempre parados, nosotros no, pero nosotros nos podemos poner de pie, con la frente en alto y somos invitados a aprender de nuestros errores. Esta realidad debe ser un gran motivo de esperanza para nuestras vidas, pues siempre después de una caída viene el "acto segundo" de levantarse, aunque a veces nos cueste y en ocasiones nos de vergüenza. Por lo demás, en muchas ocasiones tiene que venir otra persona a levantarnos. A veces, para mejorarnos, necesitamos pasar un tiempo de convalecencia y recibir tratamientos. Pero mal que mal, después de todo, siempre aprendemos de nuestras caídas.
Así pues, es humano caerse, pero es humano también levantarse. Nuestra posición característica es estar de pie, entonces hagamos lo posible por mantenernos en esa posición. Nuestro espíritu puede perfectamente decaer, somos humanos y nuestras fuerzas se agotan, pero es también nuestro deber saber que no estamos solos; tenemos hermanos, amigos y hay profesionales que nos pueden ayudar. Pero no debemos olvidar nunca que el Señor quiere que nosotros estemos siempre "de pie", es decir, "resucitados" (ἐγείρω, en griego). Y como muy bien lo sabemos, la resurrección es mucho más que un estado físico, es un estado espiritual.
Cuando veas a un gato, no le hables pues no te entenderá, pero piensa y valora tu propia humanidad porque estamos hechos para "estar de pie", y si nos caemos, nos podemos levantar y aprender de nuestros tropiezos.
Dios te bendiga.
Dios te bendiga.

gracias por esta reflexión padre me a llegado mucho en este tiempo de dudas y preocupaciones que eh tenido
ResponderEliminarbendiciones